Monitores de estudio, cómo configurarlos y exprimir sus posibilidades

Monitores de estudio, cómo configurarlos y exprimir sus posibilidades

La configuración de unos monitores de estudio puede resultar más compleja de lo que parece en un primer momento. Con nuestra guía aprenderás cómo sacar todo el partido a tu set de altavoces activos…

Quizá no sea obvio de inmediato, pero una monitorización efectiva implica más que el simple hecho de adquirir los mejores productos que te puedas permitir y conectarlos (lee algunos consejos de elección y compra de monitores). La configuración juega un papel crucial para sacar el máximo partido a tu equipo y entorno de producción.

En esta guía, examinamos los factores principales que debes considerar cuando configures tus monitores de estudio y explicamos la teoría que subyace a ese proceso. Quizá te sorprenda saber cuántas cosas necesitas tener en cuenta antes incluso de ajustar los conmutadores de ecualización en la parte posterior de los altavoces.

Conceptos básicos

Empecemos por lo básico, y expliquemos qué entendemos por “buena monitorización”. Hemos escrito sobre la idea de la configuración de los monitores en muchas ocasiones, y por eso los objetivos preferentes deberían ser ya obvios para ti. Las configuraciones de monitorización en estudios permiten a productores, ingenieros, y músicos oír una impresión precisa, no coloreada y –quizá lo más importante– reveladora de su música y sonidos.

Así que al ajustar nuestros monitores de estudio, ¿qué pretendemos lograr? ¿Qué principios generales intentamos seguir? En general, buscamos obtener el sonido más preciso posible. De forma más específica, eso significa una respuesta plana en frecuencia, respuesta coherente de fase, imagen estéreo precisa, elevada relación señal-a-ruido, y énfasis en obtener un sonido claro desde la posición de escucha del productor.

También debes tener en cuenta la acústica de tu estudio (aquí nuestra referencia clásica hacia la obra del gran Manuel Recuero), pero en este artículo partiremos de la suposición de que tu estudio está adecuadamente tratado para sacar el máximo partido a los monitores –una suposición muy arriesgada que, por su extensión para tratarla con propiedad, hemos de dar por sentada en estos momentos.

Posicionamiento espacial

La primera tarea al configurar los monitores de estudio es decidir dónde ponerlos. Cuando colocas los altavoces, es fácil liarse sobre detalles como soportes y aislamiento. Si observas la cantidad de soportes para altavoces, placas de aislamiento, espumas acústicas, y demás productos que se venden como curas milagrosas para evitar una monitorización pobre, llegarás a pensar que todo eso es esencial. Pero por desgracia, estos productos te distraen de lo importante.

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Es cierto que una base sólida es esencial para obtener los mejores resultados de tus monitores, pero centrarte en cómo colocarlos te hace olvidar la importante cuestión de dónde situarlos. La posición de los monitores en relación a demás objetos en la sala –incluso en base a las propias paredes– tendrá un impacto directo en su respuesta de frecuencia sobre la posición de escucha. La proximidad del monitor a las paredes tendrá un gran efecto sobre los tonos graves. Como las ondas sonoras se reflejan en la pared y regresan al oyente, se mezclan con las ondas que proceden justo desde delante del cono del altavoz hacia el oyente.

Mezcla de sonido directo e indirecto al escuchar con monitores en el estudio: la colocación de los altavoces es importante al configurar la monitorización en tu estudio

Dependiendo de si estas ondas reflejadas llegan al oyente en fase o desfasadas respecto de la señal directa, el efecto reforzará o cancelará ciertas frecuencias, atendiendo al fenómeno de ondas estacionarias. Las frecuencias afectadas se determinan por la correlación entre la longitud de onda (las frecuencias más graves poseen una mayor longitud de onda) y la distancia entre el cono del altavoz y la pared. Si alejas el monitor de la pared, las frecuencias afectadas se oirán más bajo. Aunque en el plano vertical no suele ser un problema, este fenómeno ocurre en todas direcciones. La regla general es que, si los monitores se sitúan a menos de un metro de la pared, suelo, o techo, la respuesta de graves quedará afectada. Elige una posición de escucha en la que los altavoces estén a la misma distancia de la(s) pared(es) más cercana(s).

Posición de escucha

Cuando hayas elegido una buena localización para los monitores, toca considerar su emplazamiento relativo a la posición de escucha. Es obvio que los altavoces izquierdo y derecho deben ponerse de forma equidistante desde el oyente para lograr un campo estéreo equilibrado, pero, ¿qué pasa con las distancias y los ángulos? Casi todos los fabricantes de monitores de estudio recomiendan que sus cajas se sitúen formando un triángulo equilátero con la cabeza del oyente. En general, casi todos los monitores de campo cercano se diseñan para que los coloques a entre uno y dos metros de la posición de escucha (info relacionada: tipos de monitores en Wikipedia).

Cuando hayas formado el triángulo, debes considerar los ángulos de los monitores en base al oyente. Al estudiar la psicoacústica y las técnicas de mezcla, vimos que los sonidos de frecuencias superiores exhiben mayores niveles de direccionalidad. Es un fenómeno crucial para fijar el ángulo óptimo de los monitores. Es fácil demostrar la direccionalidad de la salida de un altavoz colocándolo en el centro de una sala, enviándole música y moviéndote alrededor. El sonido cambiará de forma dramática conforme te muevas desde delante del altavoz y lo vayas rodeando. Ten en cuenta que las frecuencias más graves son menos direccionales, y por eso el contenido de baja frecuencia de la señal se verá menos afectado. La conclusión obvia es que debes poner los monitores en ángulos que apunten de forma directa a tus oídos.

En base a eso mismo, la posición vertical de los monitores también importa. Muchos usuarios de estudios caseros siguen las reglas sobre colocación horizontal, pero ponen los altavoces sobre una mesa, es decir, varios centímetros por debajo de la altura de la cabeza. La direccionalidad es tan importante en el eje vertical como en el horizontal, y eso significa que debes subir o bajar los monitores para que los centros de las cúpulas de agudos queden alineados a la altura de tus oídos. Es obvio que no debe haber objetos que bloqueen la trayectoria entre monitores y oídos. Llegados a este punto, si haces todos esos esfuerzos por optimizar la colocación de los monitores, ésa será la posición que te permitirá hacer las mejores escuchas. El mejor sonido sólo se oirá en un área relativamente pequeña.

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Nivel de Presión Sonora (SPL)

Quizá parezca el elemento menos importante de tu configuración de monitores, pero el volumen que posea el monitor juega un papel sorprendente y crucial. Una variable tan simple como el nivel de presión sonora en la posición de escucha afectará al sonido que oigas y tendrá un gran impacto en tu sistema auditivo.

Primero, considera el aburrido, pero importante asunto de la pérdida de audición. Todo músico, productor, e ingeniero es consciente de la necesidad de proteger sus oídos limitando la exposición a niveles de presión sonora (SPL) excesivamente altos. Como norma, la OMS recomienda que el nivel de exposición auditiva no supere los 70dB. Sin embargo, en nuestro país el nivel de confort acústico se establece en 55dB.

Elige un nivel que no dé una falsa imagen de la mezcla ni dañe ni fatigue los oídos

Esas indicaciones suponen un buen punto de partida al considerar el impacto a largo plazo que suponen unos niveles altos de monitorización. A corto plazo, una monitorización de alto nivel sonoro causará que los oídos se fatiguen mucho antes y dañen tu capacidad de tomar decisiones apropiadas. Considera también el efecto psicoacústico de los niveles elevados de escucha. Es un hecho demostrado que incrementar la altura de un sonido hará que subjetivamente suene mejor.

Además, la respuesta en frecuencia percibida queda afectada por el SPL y, por eso, monitorizar a niveles elevados te dará una falsa impresión de que la mezcla suena mejor de lo que realmente suena. Junto a eso, los niveles percibidos de las frecuencias agudas y graves se incrementan con la altura y, así, el equilibrio percibido de frecuencia cambiará conforme ajustes el nivel. Por todo esto, lo razonable es elegir un nivel que no dé una falsa imagen de la mezcla ni dañe ni fatigue los oídos, y mantenerlo en la mayoría de tus audiciones.

Ajustes en los monitores de estudio

Por último, considera el papel de los ajustes de los propios monitores. Casi todos los monitores de estudio ofrecen ecualización y ajustes de contorno o tono que se suelen conocer como interruptores ‘DIP’. El equilibrio entre colocación y ajustes conlleva el conocido proceso de “repite y suerte”, y los mejores resultados se consiguen si te centras primero en el posicionamiento y el tratamiento de la sala y fijas luego los ajustes para compensar los picos y depresiones de la respuesta en frecuencia. No es lógico colocar los monitores de forma aleatoria y luego confiar en que los ajustes de ecualización suavicen el sonido.

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Muchos monitores incluyen ajustes de “espacio acústico” que eliminan las frecuencias más graves para compensar la proximidad a paredes o consolas de mezclas. El ajuste ‘full-space’ respeta los graves, pero unos ajustes ‘half-/ quarter-space’ aplican filtros para reducir el contenido de baja frecuencia del sonido y, así, compensar el efecto de refuerzo.

Ajustes del monitor Adam Audio S3X
Según la ubicación, es una buena idea eliminar ciertas frecuencias.
La mayoría de monitores ofrece opciones de recorte

El ajuste ‘half-space’ se suele usar cuando los monitores de estudio están cerca de una pared trasera, y ‘quarter-space’ para las esquinas. Como cada habitación es única y cada monitor ofrece ajustes ligeramente diferentes, es difícil predecir qué combinación de espacio acústico y ajustes de tono funcionará en cada caso. Limítate a probar. Eso, junto a una escucha atenta y unas medidas precisas, te dará los mejores resultados. Recuerda que hablamos de monitores de referencia, y una referencia no funciona si la cambias de sitio de forma constante.