A LA VIEJA USANZA

La compresión dinámica es una herramienta indispensable que mantiene a raya no sólo las voces, sino en general cualquier sonido que presente excursiones de volumen repentinas o descontroladas…

Los compresores “aprietan” el rango dinámico de la señal para un resultado más compactado, que gana en coherencia e impacto. La reducción del volumen en los picos más potentes hace posible que eleves el nivel promedio de tu música a través de la ganancia de compensación (un control que verás en cualquier compresor decente). De todos modos, en ocasiones un ajuste manual sobre ciertos segmentos será justo lo que necesite tu tema.
Sobre fragmentos vocales, los ajustes “a la vieja usanza” funcionan especialmente bien. Si no dispones de un de-esser, aplica una reducción en la curva de automatización del volumen justo sobre el punto problemático. Te viene mejor que un compresor si lo que pretendes es conservar el aire de la toma original (muchos procesadores dinámicos, sea en formato plug-in o por hardware, afectan al tono percibido).
Dos formas de atajar el problema de la sibilancia. En el primer clip tienes la frase vocal original de Nerise Wienand. Suena brillante y aireada, pero con sonidos ‘S’ prominentes. Durante el siguiente fragmento usamos un de-esser (truco de ayer). Elimina las molestias, pero repercute en un tono apagado y pobre por lo que, en un tercer intento, aplicamos cambios en la curva de volumen. Éstos se concentran en los instantes más problemáticos, sin afectar tanto al resto de frecuencias agudas.

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