Animoog, ¿es éste el sintetizador para Apple iPad que merece llevar el nombre Moog?

Dejemos bien clara una cosa desde el principio. En esta industria, siempre se espera algo de exageración -ya sabes que cualquier producto es revolucionario para los hombres del márketing. Decir que es «lo mejor» forma parte del juego, y es difícil debatir ese tipo de declaraciones inmensurables basadas en la opinión. Lo mejor para ellos, puede ser lo peor para nosotros…

Sin embargo, un anuncio de que algo es lo primero de su clase, sí es cuestionable. Moog está anunciando su nuevo Animoog como «el primer sinte profesional diseñado para iPad». Ese es el argumento literal copiado, pegado y traducido de su nota de prensa y el mensaje en Facebook que la compañía difundió ayer. ¿De verdad, Moog?

A lo largo del pasado año y medio, hemos visto algunos dignos contendientes con el mismo título, incluidos sintes de Korg y VirSyn. Bueno, se podría argumentar que Korg iMS-20 no fue diseñado en exclusiva para iPad -tiene precedentes hardware e híbridos-, y además, otra variante de la falacia del márketing describen a Animoog como el «primer sinte polifónico de iPad»; así que, en tal caso, MS estaría fuera de esta carrera.

Por su parte, Addictive Synth e iSyn Poly, ambos de VirSyn, Way Out Ware SynthX y BeepStreet Sunrizer, son todos sintes originales para iPad. Todos ellos (y otros que no mencionamos) generan excelentes sonidos y están cargados de prestaciones. Entonces ¿en qué sentido exactamente nos dicen que Animoog es «el primero»?

Ese tipo de anuncios sigue las mismas prácticas dudosas de márketing que ARP empleó hace años para agitar la posición dominante de Moog en el mercado de los sintes hardware. Nos deja muy mal sabor de boca y, francamente, es un insulto para los diligentes desarrolladores de iOS que han trabajado duro para ofrecer productos de la máxima calidad para esta plataforma.

Entremos en detalles

Tras emitir nuestras opiniones sobre la forma de lanzar este producto, hablemos del sinte en sí. Animoog ha generado bastante agitación al tiempo de su presentación, y la mayor parte de los comentarios que hemos leído son positivos, incluso entusiasmados.

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Nuestras primeras impresiones pertenecen a la primera categoría. Es un buen sinte y un absoluto «cómpralo sin pensarlo» por el precio de presentación de 0.99$. Ese precio se mantendrá durante un mes, y después subirá hasta 29.99$, un importe que nos parece demasiado elevado en comparación con el de otros sintes de la plataforma iOS.

Su concepto no es tan novedoso como nos quiere hacer creer la compañía, pero es intrigante, desde luego. Sintes vectoriales, por tablas de ondas y de morphing han seguido líneas similares durante décadas, y Animoog debe algo a esos diseños, aunque Moog ha realizado sus cosas de una forma ligeramente diferente, gracias en gran medida al panel interactivo de iPad.

En esencia, es posible fijar hasta ocho timbres (estáticos o envolventes) en una rejilla X/Y de ocho por 16 celdas, para que el sonido evolucione por esos timbres cada vez que dispares una nota. La evolución se representa mediante líneas animadas de color que saltan por la rejilla. Los timbres se basan en samples de combinaciones variadas de productos Moog, tanto modernos como añejos.

La calidad interior de esos dispositivos originales permanece intacta. Animoog posee parte de la riqueza que suele asociarse al nombre Moog -ahí no hay trampas. No logrará que caigan los precios de los Minis Model D, pero dejará que los músicos de iPad disfruten en cierta medida del legendario sonido Moog, o quizá en gran medida. En realidad, cualquier conjunto de sonidos Moog, muestreado de una forma decente, supondría una experiencia similar de uso.

Los sonidos son disparados tanto vía MIDI (para nuestra sorpresa, Animoog responde a la modulación de postpulsación polifónica), como a través del controlador de placa sensible, en plan Buchla. Y al igual que otros instrumentos de iPad que ya hemos visto, la posición del dedo del intérprete en el plano vertical se usa para modular el timbre. Lleva deslizadores de tono y modulación y se te permite elegir entre las muchas escalas disponibles.

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No hace falta decir que Moog ha incluido su característico filtro ladder (en escalera) como un módulo en la parte derecha de la pantalla. En cuanto a las respuestas, tienes paso-banda, -bajo y -alto. La resonancia ha sido implementada, como una función de saturación, un componente vital en el famoso sonido Moog. Hay tres generadores de envolvente y un solo LFO a mano. Aunque hay pocas fuentes disponibles (envolvente, LFO, posiciones X e Y), tienes bastantes opciones para la manipulación del sonido.

Al módulo de filtrado se suma otro ‘Orbit’, mientras que el timbre se cambia moviendo la ubicación de la voz en el plano X/Y. Incluso dispone de un módulo ‘Path’ que te permite editar el camino seguido por la rejilla X/Y. Una vez que activas el modo ‘Edit’, puedes introducir puntos y moverlos a lo largo del camino. Se te permite sincronizar el camino al BPM actual, alterar su velocidad, hacer un bucle, ir adelante o atrás, o reproducirlo una sola vez, repitiendo su parte final.

Los efectos llegan en la forma de una línea de delay analógico modelado y un procesamiento que reduce la frecuencia y la resolución del muestreo, además de overdrive, desafinación y unison. Es posible realizar bucles sobre cada sonido, y soporta funciones de edición ‘AudioCopy’ y ‘AudioPaste’.

El nombre Moog, cuestionado…

Hay mucho que tocar en este sinte, y el sonido es muy bueno. Pero ¿se merece llevar el nombre Moog? Bueno, eso depende de quién se haga esa pregunta. Hay bastantes puristas que insisten en que los productos modernos de Moog no se pueden medir con sus predecesores clásicos. Y no vemos a esos tipos intentando calentarse con una fría App de iPad, desde luego.

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Sin embargo, el Dr. Moog siempre estuvo tan preocupado por la interpretación como por el sonido, y eso fue clave en su éxito. Mientras que otros fabricantes prescindían de los teclados, los modulares de Moog invitaron a que los músicos disparasen sonidos inusitados desde el marfil, y Minimoog les proporcionó el primer monosinte portátil con teclado. Así las cosas, nos aventuramos a pensar que Moog ya vislumbró de alguna forma las posibilidades creativas de una pantalla multitáctil.

Bajo ese punto de vista, parece que esta nueva vía de Moog marca una nueva dirección muy interesante. Pero no dejamos de pensar en las capciosas maniobras de márketing, y seguimos creyendo que es mejor dejar que los productos hablen -suenen- por sí mismos.

‎Animoog
‎Animoog
Developer: Moog Music Inc.
Price: Free+
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