Jean Michel Jarre In Doors Tour 2009/2010

Bueno. Como cualquiera que haya escuchado alguno de mis temas online adivinará fácilmente (ver firma),
y aún aunque tenga otras influencias, Jean Michel Jarre es mi músico favorito.

¿Por qué? Bueno, porque siempre me ha parecido diferente a todos los demás, precisamente, aunque resulte paradójico, por su capacidad para englobar y absorver diferentes estilos a través de la música más puramente electrónica… el pop, la música clásica, la world music, la música experimental… Se trataba de música imaginativa y visual, enérgica e inspiradora, sin duda.

¿Por qué hablo en pasado?

Cabe distinguir dos etpas en el frances… en resumen, la mejor, toda su producción del siglo XX, y la peor, la del siglo XXI.

Y aquí tenemos a Jean Michel Jarre, que tras un disco de estudio como el Teo & bTea, interesante, agradable, pero flojillo en su conjunto, más tratándose de quien se trata, y habida cuenta del éxito obtenido con su gira del aniversario de Oxygene, se ha dado cuenta de lo que de verdad le gusta a sus fans, esa música suya del siglo XX que hablaba del futuro.

Aquí os dejo un link a vídeos de fans grabados durante el primer concierto de esta gira, por tierras del este de Europa:

http://www.youtube.com/watch?v=derl47xkuSE

La razón fundamental por la que he sentido el impulso de escribir este post es haber visto estos vídeos.

Me he sentido feliz al descubrir en ellos al Jean Michel Jarre del que un día fui fan. Una puesta en escena muy made in «China Concerts», un despliegue hipnótico e inspirador de rayos láser, con la acertada e innovadora idea de despejar el escenario de todo tipo de amplificador de sonido para que los efectos visuales sean los dueños y señores de lo percibido por el público.

Los arreglos de los temas, todo electrónica, como en sus mejores años. Personalmente, de tanta fanfarria que le metía a los arreglos de un Second Rendez Vous, dicho tema ya no me gustaba en directo. Ahora en cambio, suena de nuevo con el sabor de los ochenta.

Es en esa década, con los últimos años de los setenta y los primeros noventa, cuando se gestaron todos los temas que Jarre ha tocado en este primer concierto de la gira. La verdad es que el hecho de que se centre exclusivamente en esos, sin duda, para mi, sus mejores temas, ilusiona respecto a la posibilidad de que este músico sea capaz de sorprendernos por fin con un álbum digno de él.

En este punto no puedo si no criticar con gran convencimiento un artículo publicado en la Future Music cuando Jarre sacó su recopilatorio AERO. En ese recopilatorio, su música perdía gran parte de su magia, en detrimento de su obsesión por el sonido 5.1 algo sin duda interesante, pero que eclipsó su propio sello sonoro de antaño, dando la sensación de que todos los cortes sonaban sin la espontaneidad e inocencia, sin el genio de cuando los compuso y produjo por vez primera.

El caso es que el periodista de la FM, en aquel número (y que quede claro que era una entrevista tomada de la edición inglesa, me parece a mí, así que no se ofenda nadie),
venía a decir que los discos de los 80 de Jarre eran música para pijos que querían presumir de sus nuevos equipos con compact discs… entre otras lindezas, y que el Jarre del siglo XXI estaba buscándose a sí mismo, y era sin duda más chic e innovador, más chupiguay mandonguillo.

Ni puta idea.

En cuanto a la calidad de sus discos de estudio, el Jarre del siglo XXI sería una anécdota, si su producción del siglo XX no le valiera para seguir haciendo crecer la sombra de su leyenda a la luz de espectáculos aún sin igual como su show en Merzouga, o este nuevísimo In Doors Tour que ha comenzado este mes de mayo.

Hay una gran cantidad de hipocresía, por otra parte, en cuanto a si Jarre toca ahora en directo y antes no. Ni antes tocaba tan poco ni ahora toca tanto. No diré más sobre el tema que eso; ahora bien, el esfuerzo de presentarnos los temas escogidos para esta nueva gira con arreglos puramente electrónicos ha merecido la pena, con sólo escucharlos en ínfima calidad en Youtube, ya se puede adivinar. Este Industrial Revolution, que sirva como muestra, suena mejor que el del disco de estudio, más vivo, más electrónico, si cabe.

¡Pues eso!, parece previsible que tras el parón veraniego la gira siga en septiembre y que España se convierta en una nueva parada.

Una oportunidad única para sentir de una manera hipnótica, casi sensual su mejor música, música electrónica de los ochenta que hablaba del futuro… y quitarnos así el mal sabor de boca de su paupérrima producción en este siglo.

Hacía mucho tiempo que la música de este hombre no me interesaba tanto. Casi una vida… teniendo en cuenta que lo descubrí con casi 17 y acabe de cumplir 34. ¡No somos nada!

🙂