La riqueza del sonido acústico parte de que, a diferencia del sintético, nunca reproduce una nota igual (misma frecuencia exacta, mismo armónicos, ataque, release…)
De modo, que muchas veces, una sonido sintético puede ganar con un poco de desafinación (prueba a desafinar muy poco sólo un oscilador en un sinte de al menos dos osciladores, y escucha como engorda el sonido),
ahora aplica ese principio al tema entero y encuentrarás la diferencia entre Trentemoller y una Gameboy (comentario arriesgado donde los haya).
De un modo menos exagerado, es muy cierto que un pelín de desafinación que va y viene, hace que un sonido suene más vivo, menos plano, y eso, máxime en géneros electrónicos, es bastante útil. En un principio te diría que lo hicieras a oído (pues a oído sintetizas tu sonido),
pero si no quieres salirte demasiado de madre y que todo termine pareciendo algo digno de Stockhausen (su complicación tiene),
lo mejor es que uses algún afinador (otro software) y afines la nota «La» central (A4) con su frecuencia fundamental lo más cerca posible de 440Hz.