Discos duros para audio: cómo mejorar su rendimiento y aprovechar todo su potencial

Particiones en discos duros para audio: todo son ventajas

El dilema de particionar los discos duros para audio es tan antiguo como la propia informática musical. Y si bien hay opiniones para todos los gustos –desde quienes lo siguen recomendando hasta quienes dicen que afecta al rendimiento–, nosotros pensamos que todavía hay buenas razones para particionar los discos duros “mecánicos” tradicionales (no así los de estado sólido o SSD).

Ventajas de hacer particiones en los discos duros para audio

La optimización fundamental en los discos duros para audio persigue maximizar el rendimiento de acceso a los datos y asegurar una operación consistente. Un disco duro mecánico tarda en localizar un archivo específico. Cuanta más distancia tenga que recorrer el “brazo de búsqueda”, más tardará en localizarlo. Esos movimientos, llamados “búsquedas”, añaden retardos a los flujos de datos. Si se consigue agrupar los datos relacionados a un momento crítico en su propia partición (como la grabación o reproducción de pistas de audio), quizá se reduzca el tiempo que tarda en moverse el brazo de búsqueda del disco duro mecánico.

Otro importante atributo de cualquier disco duro tradicional es que los datos ubicados en las pistas exteriores se transfieren de una forma más rápida que los datos de las pistas interiores. Por tanto es recomendable almacenar los datos sensibles a los tiempos de lectura en ubicaciones cercanas al borde exterior del disco duro, para así conseguir el mejor y más constante rendimiento.

Si usas un disco duro de gran capacidad dotado de una sola participación, su rendimiento con audio será bueno hasta que la unidad comience a llenarse…

La primera partición suele ser la más rápida

Las particiones en los discos duros para audio son el mejor método para establecer una jerarquía de preferencia en cuanto al almacenamiento de tus datos.  Y en un disco duro con varias particiones, la primera partición suele ser la más rápida.

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Cuando agrupas datos relacionados en su propia partición, obtienes dos ventajas: menos retardo al localizar los datos y menos tiempo al moverlos hacia y desde el ordenador. El resultado inmediato es más pistas de audio simultáneas o más polifonía en un instrumento virtual basado en samples. Y además, conseguirás un rendimiento constante si tu disco está lleno tanto al diez como al 90 por ciento.

Este último punto es uno de los motivos principales para realizar una partición. Si usas un disco duro de alta capacidad con una sola participación, su rendimiento será bueno hasta que la unidad comience a llenarse. Los archivos de audio guardados cuando el disco tiene utilizado más del 75 por ciento de su capacidad de almacenamiento, quizá acaben en una pista interior. Y lo que es peor: un proyecto de audio que funcionaba sin problemas hace dos semanas, por ejemplo, es posible que ahora evidencie algunos problemas de lectura.

Recomendaciones adicionales en el uso de discos duros para audio

Asegúrate de que las particiones no “compitan” entre sí. En otras palabras, no almacenes tus pistas de audio en la primera partición y las muestras de streaming en la segunda partición del mismo disco. Quizá funcione incluso peor que si tuvieses ambas en una misma partición. Haz la partición rápida del tamaño necesario. El empleo de un 25% de la capacidad de la unidad arrojará mejor rendimiento que usar el 75%. Reserva siempre el último 25% para los datos “lentos”, a los que no se accede mientras grabas o reproduces.

 RECUERDA 

1.Los platos de los discos duros para audio (al igual que los platos de cualquier disco duro mecánico) rotan a alta velocidad para crear los ceros y unos que guardan la información digital. Las “cabezas” leen o escriben bits al pasar por debajo del plato, mientras éste da vueltas. Los brazos de búsqueda mueven las cabezas dentro y fuera, para acceder a distintas áreas. Ese movimiento introduce ciertos retardos en la disponibilidad de los datos.

2.Cada plato en un disco duro está dividido en pistas concéntricas. Y a su vez, cada pista se divide en sectores. La densidad de los datos determina el número de bits que se guardan en un área o zona determinada del disco duro.

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3.El hecho de que las pistas exteriores guarden más datos que las interiores tiene importantes repercusiones al configurar discos duros para audio. Recoger una misma cantidad de datos de la pista más interior, por ejemplo, representa casi el triple de tiempo que si dichos datos hubiesen estado ubicados en la zona exterior del disco (asignada habitualmente a la primera partición en los discos que están particionados).