Sintetizador analógico Waldorf Pulse 2 | A Prueba

El modelo original de Pulse fue presentado en 1996, y por entonces, destacó por ser un sintetizador analógico que añadía frescura a un mercado totalmente digital. Hoy, la fiebre analógica está muy extendida, y este nuevo sinte Pulse 2 de Waldorf puede aportar otra tonalidad a tus temas…

Los primeros esbozos de su diseño aparecieron por Internet hace mucho tiempo, y de hecho, Waldorf presentó Pulse 2 en la feria NAMM Show de 2012. Pero no fue hasta mediados de 2013 que empezaron a llegar las primeras unidades al mercado.

El linaje de Pulse 2 es de fácil identificación: toma prestados detalles de diseño de los modelos previos Pulse y Pulse+, además de la caja de sobremesa del sinte Blofeld y el filtro 4-Pole. De hecho, dado que Pulse 2 es capaz de cargar patches originales de Pulse, no hay que decir nada más sobre su genética.

Siguiendo con su apariencia física, esa combinación de colores de verde sobre negro a lo Tron resulta atractiva. Pero más allá de la pinta, hay que destacar la solidez y calidad de construcción de Waldorf Pulse 2, y es que tanto su caja como los ocho knobs para edición son de acero.

Salta a la vista que no es posible atornillar esta unidad en un rack; bueno, no a menos que uses algún tipo de adaptador, el cual Waldorf no ofrece en su catálogo. Definitivamente, su diseño, formato y aspecto le hacen recomendable para estudios «sobre una mesa», y por supuesto, para DJs y artistas de directo.

Intuitivo, directo y práctico

La pantalla de Pulse 2, generosa en dimensiones dado su tamaño global, te presenta la información de los sonidos de una forma clara. Además, ese estilo matricial característico de las pequeñas unidades de Waldorf, que te permite seleccionar líneas de parámetros, para después proceder a editar sus valores con los knobs multivuelta, se vuelve a presentar realmente práctico y funcional.

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Siempre tienes los parámetros vitales a la vista y no hay pegas en cuanto a los knobs, así que las labores de edición son inmediatas. Además, la prestación multivuelta de los codificadores evita que se generen saltos de valor cuando cargas un nuevo programa y pellizcas alguno de sus parámetros.

Nos hubiese gustado disponer de un sistema directo para inicializar valores de parámetros: cuando quieres partir de cero sobre un parámetro, se te obliga a recorrer toda la sucesión de valores -quizá una doble presión de los botones de selección o una combinación de tipo ‘shift’ sería más razonable (y práctico). En cualquier caso, está disponible un editor software que te permite programar y alterar patches en Pulse 2 desde tu ordenador / secuenciador, y por sólo 8€, seguro que ningún usuario acabará siendo desahuciado.

La unidad ofrece 500 sonidos preset según la enciendes por vez primera, y sin excepción, puedes reescribirlos con tus propias ediciones. Y una función para crear patches aleatorios acude en tu ayuda si no te encuentras inspirado/ ilustrado en cuanto a programación.

Waldorf Pulse 2: sonido analógico… bajo control

Sin obligar a nadie a destriparlo, podemos contarte que Waldorf Pulse 2 lleva en su interior tres osciladores analógicos estabilizados digitalmente, junto a una fuente de ruido y capacidad de sincro. Las opciones en cuanto a formas de onda son un lujo: a las obligatorias sierra, triangular, cuadrada y pulso se suman una versátil de pulso variable y unas esotéricas APW (Alternate Pulse Wave) más dos variedades de PWM intermoduladas (son un tipo especial de ondas cuadradas que acepta variaciones en su anchura de pulso).

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La dotación de Pulse 2 es una combinación tremendamente productiva en términos de sonidos diferentes, evolutivos y con gran pegada analógica…

Tanto la onda APW como las PWM en sus variedades X1 y X3 añaden un serio potencial sonoro a este sinte que le aleja de los poderosos, aunque trillados, sonidos analógicos que posibilitan las ondas básicas. Y no pases por alto la entrada monofónica para una señal externa de audio: bien como procesador o como fuente adicional de sonido es otra dotación que arranca nuestros aplausos para el fabricante alemán. Pero hay mucho más, en la forma de un modulador en anillo y un saturador de la etapa VCA del sinte. Todo ello arroja una combinación tremendamente productiva en términos de sonidos diferentes, evolutivos y con gran pegada analógica.

Modulación con el ADN Waldorf

Este pequeñín denota una arrolladora inspiración/ aspiración de diseño analógico: sus opciones de saturación y distorsión de tipo válvulas más la versatilidad de sus modos unison te facultan para la creación de material salvaje e intratable. Añade a ello un rasgo característico de la casa, la matriz interna de modulación con ocho bloques, 24 fuentes y 26 destinos, y comprenderás que Pulse 2 se extiende muy lejos desde su confinamiento en esa diminuta cajita de sobremesa.

Un tercer LFO ya nos habría elevado al cielo, pero los dos provistos son muy versátiles gracias a sus cinco formas de onda, su amplio rango de frecuencias y la capacidad de sincro MIDI. No obstante, los dos generadores de envolvente con bucle pueden ser empleados como una especie de LFOs; éstos son notablemente rápidos y demuestran sus activos a la hora de crear bajos cortantes y sonidos percusivos con pegada. Así las cosas, lo pasamos genial creando sonidos de percusión analógica usando las envolventes, la saturación del VCA, el ruido para emulaciones de caja y la resonancia del filtro para hacer aproximaciones de bombos.

Espectros desgarradores

Waldorf Pulse 2 es una máquina adictiva y diversa, gracias a su versatilidad y potencial para desenvolverse tanto en el plano clásico como en otras cotas nuevas y desgarradoras. Los diseñadores de sonido, los fans de lo analógico y las mentes electrónicas en general, alabarán su motor sonoro, que combina una profunda programación con un acceso intuitivo.

Este bello cofre de sobremesa puede con todo: desde patches limpios y de gran sonoridad a desequilibrios calenturientos y orgánicos, solistas expresivos, chillones y de tintes metálicos, y bajos con gran impacto y definición en la banda inferior de graves.

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Esta máquina ha dejado un grato recuerdo en nuestros oídos, y vuelve a ser un homenaje a la tradición sintética de alta calidad de Waldorf. Su falta de procesamiento interno de efectos no debería convertirse en una fijación para nadie: lo que de veras importa es ese motor masivo de síntesis que lleva en su interior. Las comparaciones directas sí tienen lugar ahora, pues Pulse 2 representa un gran salto respecto a los modelos previos Pulse y Pulse+. Parece que una versión con teclado podría estar en el horno: y es que en Waldorf saben que no se equivocarían ampliando de nuevo esta gama.

La función de sonido está limitada a 100 caracteres
Pulse 2 es una actualización brillante de su predecesor, conservando el poderoso sonido y las opciones de programación de Waldorf. Por su precio, en la línea de sus reducidas dimensiones, es uno de los sintes que ha de estar en cualquier lista de valoración sobre la oferta actual de monosintes.
ORIGINALIDAD E INNOVACIÓN
85
RESULTADOS SONOROS
92
FACILIDAD DE USO Y VERSATILIDAD
90
RELACIÓN PRESTACIONES / PRECIO
95
Nota de lectores9 Votos
92
Destacamos
Sonido arrollador, sorprendente para emanar desde una caja tan compacta.
El sistema de uso es fácil e intuitivo, gracias a su genial combinación de panel matricial, knobs y un generoso display.
Su motor sonoro es masivo, con algunas de las mejores opciones del mercado en términos de modulación.
Señalamos
Nos habría gustado disponer de un tercer LFO (aunque por descontado esto es más un deseo que un defecto).
La disposición de los puertos MIDI puede presentar problemas con la forma de algunos conectores DIN5.
91