Los secretos del mástering

Cuida tus niveles y procesamientos para facilitar el mástering posteriorPreparación de un tema para mástering
Incluso aunque confíes tus temas a un ingeniero profesional de mástering, hay cosas que puedes hacer para que el proceso sea más eficiente. Hablamos con Joe Caithness de Subsequent Mastering (subsequentmastering.com) y nos dio unos cuantos buenos consejos que te ayudarán a sacarle todo el partido al proceso de masterización.

“Lo más importante es que preguntes si no estás seguro de algo”, nos dice Joe. Es esencial que tú y tu ingeniero de mástering comprendáis los objetivos mutuos. Por eso, no tengas temor de plantear lo que deseas. “Funciona así para ambas partes. A veces nosotros también necesitamos preguntar. Un rápido e-mail te ahorrará horas de tiempo perdido”.

Joe no es partidario de aplicar efectos estéreo en el bus de mezcla (por ejemplo limitadores), una compresión fuerte, o plug-ins para mástering antes de enviarle temas. “Aplicar procesamiento a tu salida principal no tiene nada de malo, pero casi siempre lo confundirá todo –ése es nuestro trabajo. Si usas efectos en el bus de mezcla, por favor, dinos cuáles son, cómo se han ajustado, y por qué. Si es posible, envíanos también una versión no procesada”. Además, no intentes que tu mezcla suene muy alta: ésa es una de las razones por las que envías tus temas a masterizar, ¿no? “Somos profesionales y necesitamos espacio para trabajar. Es mejor dejar un poco de techo sonoro [o headroom] que casi nada. Y mucho más importante, ¡no envíes mezclas cortadas!».

Pero es otro aspecto de las mezclas el que causa los mayores dolores de cabeza a los ingenieros de mástering: “Es probable que los mayores problemas tonales de los temas que recibo sean debidos el excesivo uso de efectos de tipo excitadores, saturación y overdrive. Yo las llamo ‘mezclas solitarias’ pues se nota cuando el músico ha aislado cada instrumento y ha hecho que todo vaya subiendo de volumen más y más. Cuando vuelves a juntar todas las piezas, el resultado es una mezcla confusa. Es como preparar un guiso y echar sal a cada alimento que añadas. Cada elemento por separado es un aperitivo sabroso, ¡pero el conjunto total estará salado e incomible!