Keyfax Phat.Boy V2: Control de peso – recordamos los tiempos del controlador hardware MIDI pionero

Keyfax Phat.Boy V2: Control de peso - recordamos los tiempos del controlador hardware MIDI pionero
Phat.Boy está al mando, pero ni rastro del Big Engine de Gordon

La navaja suiza de estudio que transformó nuestras tarjetas corrientes de sonido en sintes techno gruñones recibió su actualización final. Después de cacharrear con los mandos de Keyfax Phat.Boy V2, recordamos lo que apreciamos sobre la unidad en Agosto de 2000…

Parece que recién inaugurado el nuevo milenio, los fabricantes por fin habían captado el mensaje: Los sintes deberían ser por necesidad instrumentos interactivos, y ni cualquier cantidad de control por velocidad del teclado ni aftertouch alguno podrían compensar un panel de control lleno de montones de potes o deslizadores preparados para la experimentación.

Como incluso hoy puede contar cualquier persona que repare sintetizadores, te asombrarías al saber del número de unidades M1 y DX7 que llegaban a los talleres de reparación con sus memorias intactas conteniendo todos sus presets originales de fábrica… ¡Los sintetizadores están hechos para experimentar y descubrir nuevos sonidos, así que hemos de reconocer que necesitamos potenciómetros! Pues bien, esto es exactamente lo que nos ofrece el controlador MIDI Keyfax Phat.Boy.

Casi todo el mundo que leía Future Music acabó por encontrar una utilidad a esta cajita tan divertida y versátil…

Cuando allá por 1998 apareció el controlador MIDI Phat.Boy original (te lo contábamos en FM17), causó un gran revuelo en el mercado, pues ofrecía una manera sencilla y elegante de sacar a relucir todo el potencial sonoro enterrado en tu tarjeta GM, GS o XG corriente. Los técnicos de Keyfax se centraron desde el principio en un nicho específico de producción. Utilizando de esta forma el milagro del MIDI, la firma accedía directamente a los parámetros de control usados para crear presets y ofrecía un conjunto de potenciómetros para la tarea. Dicho y hecho, nuestra tarjeta corriente y moliente pasaba de ser un aburrido y estático almacén de presets a convertirse en un sinte maravilloso y dinámico.

Otro mercado emergente al que el Phat.Boy venía como anillo al dedo era el de los sintes software, esas potentes versiones virtuales con residencias en PC y Mac. Indudablemente, por esa época la estrella del show se llamaba ReBirth (el famoso technomonstruo basado inicialmente en TB-303 y TR-808). Su mayor problema residía en la falta de interacción directa, dado que todos los encantadores knobs virtuales necesitaban ser controlados con el ratón. Y esto no resultaba ni inspirador ni inmediato.

Con este nuevo e inteligente aparato se hacía más sencillo el control de ReBirth a tiempo real. Todo el mundo echó mano a sus tarjetas de crédito en menos de lo que se tarda en decir la frase mágica: «¡Cómo molan los barridos de filtro!».

Propellerhead Software ReBirth RB-338 V1.0 (circa 1998)
Propellerhead Software ReBirth RB-338 V1.0 (circa 1997)

Phat.Boy Slim

La unidad Phat.Boy V2 es una caja del tamaño de una cinta VHS con 13 knobs, un selector de canal MIDI, puertos MIDI In / Out, un conmutador selector slide, un botón, un adaptador de corriente, y un único LED. El modelo original contaba con tres modos de funcionamiento –cada uno de ellos determinaba exactamente qué se transmitía por los distintos potenciómetros. De esta terna, los dos primeros utilizaban NRPN (Non Registered Parameter Numbers), a fin de acceder a las funciones de las tarjetas y módulos Roland GS y Yamaha XG, y a una amplia gama de tarjetas de Creative Labs. En todos esos casos sólo existía un modo que soportaba controladores continuos MIDI (CC).

Mientras muchos usuarios de tarjetas de sonido se mostraban contentos con el original, otros propietarios de sintetizadores comenzaron a tomar nota. Era el caso de aquellos que padecían unos sistemas de incremento de edición terriblemente mutilados, procedentes de finales de los 80 y comienzos de los 90. Ante ellos se abría la posibilidad de utilizar Phat.Boy como un editor externo.

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Las distintas especificaciones de control de las máquinas más antiguas implicaban a menudo muchos esfuerzos a la hora de cumplir los requisitos del modo de CC MIDI único en Phat.Boy. Otra gran decepción consistía en que no tenía soporte directo para Roland JV-1080 –uno de los módulos de sintetizador más vendidos de todos los tiempos–, quizá por culpa de un diseño interno algo raro. Lo que Phat.Boy necesitaba en realidad era una mayor versatilidad en la manipulación de CC MIDI. Así que la llegada de la actualización V2 fue una bendición.

KeyFax Phat.Boy V2 -panel frontal de controles

Un chico nuevo (por entonces)

El por entonces actualizado Phat.Boy V2 contaba ya con tres modos de funcionamiento adicionales –todos ellos son de CC MIDI. La principal novedad radicaba en el soporte completo de los módulos JV-2080 y JV-1010. Sin embargo, 1080 aún requería algunos ajustes internos en el sinte. Puedes consultar el cuadro de abajo para más información.

El sistema de trabajo de Phat.Boy no podía ser más sencillo. Además, sus cuatro configuraciones alternativas aparecían en un pequeño pero bien presentado manual. Para los objetivos particulares de esta prueba, Future Music optó por una segunda configuración, en la que emplazamos a Phat.Boy V2 en la salida MIDI de un teclado maestro.

Bastaba con colocar el conmutador slider en los tres primeros modos para acceder a los tres siguientes. Mantenías pulsado el botón ‘Snapshot’, mientras activabas el interruptor de encendido. Todo era muy fácil, una vez seleccionado el modo que necesitabas. Tan sólo tenías que marear los potenciómetros como tú sabes. Y un LED extra te indicaría en cuál de los modos hubiera estado mejor…

MODO MANÍA

Los modos y etiquetas implementados en el software de Phat.Boy V2 eran los siguientes:

Modo 4: Específico para Roland JV-2080 y 1010.
Modo 5: Números de CC MIDI estándar asignados a los controladores que van del 40 al 52.
Modo 6: Configuración especial de CC. Podías usarla para JV-1080, pero ante  la peculiar manera de éste en el manejo de los datos CC (como el corte del filtro y la resonancia), no funcionaba de inmediato y requería activar funciones y mapear desde 1080.

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Keyfax desarrolló los detalles de este proceso y la descripción de su configuración en su sitio web (y todavía lo tienes allí). Era un trabajo bastante simple y merecía la pena realizarlo.

KeyFax Phat.Boy V2 -conexiones
Tan pocas conexiones en Phat.Boy para tal mundo de opciones

Toma el control

El modo que elegías depende en gran medida del hardware o software que pretendías manipular y de sus respectivos números de controlador –coge aire, porque esto nos obligaba a echar un vistazo a esos aterradores cuadros de implementación MIDI que siempre pasamos por alto al final de los manuales. Si tu hardware o software soportaba uno de los modos disponibles, entonces sólo había que seleccionarlo y listo. Había una alternativa, pero ésta te condicionaba a seleccionar un modo apropiado y mapear los parámetros necesarios a los números de CC que se correspondían con los potenciómetros deseados.

Para nuestra sorpresa, el manual no describa qué controladores se transmiten en cada modo, aunque la información la podías consultar en la página de Keyfax (incluso hoy puedes hacerlo, link al final del texto). Por suerte, Phat.Boy traía un lápiz especial y algunas etiquetas que podías colocar encima de los controles, a fin de anotar como referencia las funciones personalizadas de las perillas.

Phat.Boy en caja comercial, tiempos posteriores de GMedia
Phat.Boy en su caja comercial, en tiempos posteriores de GMedia

Tipos de control en Phat.Boy

Básicamente, teníamos dos formas de usar un aparato como Phat.Boy V2. La primera resultaba ideal a la hora de variar patches y editarlos, pues te permitía pillar el tranquillo a esas complicadas y desenmarañables tarjetas de sonido y módulos sintetizadores. Incluso si tu tarjeta o módulo de sonido no disponía de memorias de usuario, apenas pulsabas el botón ‘Snapshot’ para volcar vía MIDI todos los ajustes de Phat.Boy V2, al objeto de guardarlos en tu secuenciador. Esto te facilitaba la recuperación del sonido editado cuando reproducías la secuencia. Vale la pena mencionar que tenías que mover todos los potenciómetros, pues de otro modo los ajustes que no se hubiesen desplazado, tampoco eran transmitidos.

El segundo uso más común era su aprovechamiento como unidad de interpretación. Los datos MIDI podían ser transmitidos por Phat.Boy y grabados en un secuenciador, simplificando así la captura de efectos tipo barridos de filtro o panoramas dinámicos de voz, como paso previo a su reproducción en tiempo real en las pistas. ¡Hasta teníamos la opción de llevarnos nuestro Phat.Boy a una actuación en directo –conectado a un sintetizador o módulo– y controlarlo a tiempo real! Recordamos que dimos buena cuenta de aquella posibilidad en el salón SIMO 1998, donde hicimos unas cuantas demos junto a los franceses Guillemot –demonios, incluso Canal+ nos grabó entonces…

El aspecto clásico de Phat.Boy V2 -en perspectiva histórica
El aspecto clásico de Phat.Boy V2 -en perspectiva histórica

Todos los nuevos Phat.Boy de 2000 llevaban la actualización V2 en calidad de estándar, mientras que los usuarios previos de Phat.Boy necesitaban una actualización EPROM. La tenían que instalar ellos mismos, aunque el proceso resultaba muy sencillo. Sin embargo, también era posible que esta operación la realizase una persona autorizada (en España por entonces era la hoy extinta Ventamatic).

El rango de posibilidades que tenía Phat.Boy V2 era realmente impresionante y quedaba aún más realzado con los nuevos modos de controlador; así que nuestra pregunta allá por Future Music 43 era tal como esta…

MENSAJES DE NUESTROS PATROCINADORES

«¿Por qué no intentas alterar los aburridos sonidos GM de tu tarjeta de sonido de PC, lo configuras para controlar los plugins de tu secuenciador preferido, o incluso escribes tus propios patches para tu Roland JV-1080?»

La lista de posibilidades era tan amplia que casi todo el mundo que nos leía tuvo que encontrar una utilidad a esta cajita tan divertida y versátil, que hoy ocupa un lugar privilegiado en la historia de la tecnología musical. Sí, ha llovido, y luego llegaron otras cosas, muchas otras cosas…

Conexión de Phat.Boy a Clavia MicroModular -según lo hacía nuestro amigo Samy Gabaly el 11 de Septiembre de 1999 a las 15:35h
Conexión de Phat.Boy a Clavia MicroModular -según lo hacía nuestro amigo Samy Gabaly el 11 de Septiembre de 1999 a las 15:35h

Así era Phat.Boy V2 de un solo vistazo

  • Knobs: 13 potenciómetros controladores
  • Modos: Seis modalidades de funcionamiento
  • Botones: ‘Snapshot’ y ‘Reset’
  • MIDI: In, Out y un selector de canal
  • Dimensiones: 228 x 108 x 42mm
  • Peso: 0,67kg

El tremendo éxito que cosechó la unidad Phat.Boy original llamó la atención de unos cuantos fabricantes, por lo que asistimos entonces a un incremento súbito en el número de alternativas. Peavey PC16000x ofrecía 16 deslizadores y memorias, mientras que Doepfer Drehbank era un monstruo de 32 potenciómetros (que costaba 78.880 pesetas de entonces). Por su parte y de la misma marca, Pocket Control ponía en oferta 16 potenciómetros por unas tentadoras 22.784 pesetas. Y a su vez, Kenton Control Freak tenía ocho deslizadores y memorias, a un precio de 68.750 pesetas. También estaba disponible una versión más elegante de estudio con 16 deslizadores y memorias –82.500 pesetas. Otro aparato interesante era C16 MIDI Control Unit (Philip Rees lo vendía por 41.800 pesetas).

Al tiempo de nuestra prueba original en Future Music 43 (Agosto de 2000), el controlador MIDI Phat.Boy V2 tenía un precio de 47.560 pesetas –285,84€–, y recibió un Premio Platino de nuestra valoración, con un 90% de puntuación. Entonces concluíamos: «Una herramienta de estudio increíblemente útil y adaptable, que tiene más knobs que una convención de guitarristas…»

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