Deep House: cinco trucos básicos de producción musical

Deep House: cinco trucos de producción musical

¿Tus primeros pasos produciendo Deep House? Con estos trucos te facilitamos el camino…

Bienvenido al siguiente tutorial de nuestra serie sobre estilos musicales. Anteriormente echamos un vistazo a la creación de Dubstep, y a los aspectos técnicos que son realmente esenciales para conseguir que tus producciones suenen y encajen limpiamente en mezclas y sesiones de DJs. Ahora, vamos a centrarnos en uno de los más ricos, oscuros y contemplativos estilos que puedes escuchar en los clubes: el enorme Deep House.

Hemos separado la producción de Deep House en cinco elementos esenciales. El dominio absoluto de éstos te será muy útil en el momento de crear el tipo de tema que flirteará entre la frontera del «llenapistas» de club y la ensoñadora e hipnótica producción para escuchar en la intimidad de tus auriculares.

1. Deep House, detalles sobre el tempo

Deep House es un género muy variado, y como tal, tiene una gama de tempo bastante amplia en todo su espectro. Creemos que un buen punto de partida pueden ser 123BPM -en cualquier caso, siempre podemos variar más o menos este valor según el tipo de sonidos utilizados o la complejidad de las partes percusivas.

La mayoría de temas Deep House ronda los 122-123BPM, y raramente bajan de 120BPM. Sin embargo, es bastante común encontrarse con temas que suenan hasta los 130BPM, especialmente en el ámbito más comercial del género.

2. Algunas notas sobre sus beats y ritmos

* Al final del tutorial tienes los archivos MIDI que muestran las técnicas de esta sección…

La estructura rítmica de Deep House es bastante clásica por la forma en que se distribuyen los golpes de batería a través del loop principal. Es decir, tenemos un compás 4×4 con el bombo a negras, y la caja en los golpes ‘2’ y ‘4’. Los golpes débiles u «off-beats» se encuentran cada 1/8 de nota y suelen contener los charles abiertos, mientras que los charles cerrados van fluyendo por la zona de agudos cada 1/16 de nota, si ésta no está ya ocupada por un plato abierto que rellene dicho espacio.

Dicho esto, es el modo en que esta básica estructura rítmica es adornada lo que hace que la originalidad del productor destaque. Redobles sencillos, golpes cortos o cajas alternativas, sonidos de percusión adicionales, notas cortas de sinte, etc… son añadidos de forma sincopada y en diferentes ritmos a lo largo del loop principal para inyectarle ese toque funk y crear el cuerpo rítmico del tema junto a la línea de bajo.

Podemos darle más interés al clásico patrón de bombo de 1/4, añadiendo en puntos clave otros elementos percusivos. Quizá sea un cliché el duplicar el bombo a 1/8 de nota al final del compás antes de cambiar a una nueva sección o llegar a una parada, pero esta técnica hace maravillas generando expectación y haciendo más atractivo el tema.

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Usa esta técnica de un modo más interesante para anticipar la llegada de una nueva sección, la falta de ella o quizá un sección nueva e inesperada. Todo el mundo espera un cambio o añadido a los 16 compases, así que juega con la expectativa de tus oyentes y adorna, por ejemplo, con algunos bombos o percusiones a 1/8 sobre la mitad de tus 16 compases. Estos sencillos detalles harán tus producciones mucho más interesantes, originales y sorprendentes.

Una acentuación del final de un loop de cuatro compases con un bombo extra hacia el último compás, también es un buen truco para añadir un poco de variedad a tu ritmo.

3. Sonidos: Golpes de batería

El groove principal en un tema Deep House se crea por la interacción entre su línea de bajo, los adornos rítmicos en las partes de batería y sus partes de sintetizador o teclado. Una vez tenemos claro el esquema de notas y el groove principal, es hora de empezar a afinar los sonidos.

Las baterías en Deep House suelen basarse en la paleta de sonidos de la bien conocida Roland TR-909. Para el bombo, usaremos un decaimiento medio, con una proporción de ataque corta en su envolvente de tono. Si la amplitud de envolvente es muy corta, sonará un bombo estilo Micro House o Minimal House; por el contrario, si es muy larga, sonará más estilo Trap… ¡Enseguida te darás cuenta al escucharlo!

La caja o snare suele estar más marcada en los temas comerciales Deep House. Pero nosotros preferimos empezar con una de tipo más ruidoso y sutil, bien moldeando la envolvente de un ruido blanco o una palmada de TR-909, o utilizando un snare como el de la caja de ritmos Boss DR110.

Además, puedes darle carácter a su sonido usando un sample de pandereta, por ejemplo, y ligando estos dos con un poco de distorsión de tipo bit crushing para empastar bien la mezcla.

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4. Sonidos: el bajo

En Deep House, los sonidos de bajo tienden a estar muy presentes en la mezcla -actuando a veces casi como riff principal-, o algo más enmudecidos sustentando el groove del tema. La única diferencia aquí es la del timbre.

Un bajo con más presencia en la mezcla contiene más armónicos -el empleo de síntesis FM es un buen método para conseguir ese sonido. Con el sintetizador FM8 de Native Instruments, por ejemplo, podemos modular el operador portador –carrier– con múltiplos de la señal portadora. Esto arrojará un sonido con muchos armónicos, que podremos filtrar y editar su envolvente para obtener un bajo redondo y solido.

Los sonidos de bajo en segundo plano suelen ser sencillas ondas senoidales, o más bien ondas en diente de sierra filtradas hasta tal punto de casi convertirse en senoidales. Como alternativa, puedes utilizar un par de ondas cuadradas ligeramente desafinadas y muy  filtradas hasta que casi tengan el carácter de una onda senoidal.

5. Mensajes subliminales – componentes en segundo plano

Uno de los aspectos más importantes de Deep House es la cantidad de sonidos de fondo. Estos añadidos aportan profundidad, variedad y ensalzan el tema, pero a pesar de estar ahí, el oyente no los aprecia en las primeras escuchas. Hablamos de sutiles arpegios de sintetizador a lo largo de varios compases en una sección, o de un conjunto percusivo que aparece sólo en la repetición de ciertos pasajes. Este tipo de trucos es casi un trabajo de ingeniería psicoacústica en la experiencia auditiva, pero en Deep House puede marcar la diferencia crucial entre un sonido fresco y original y otro aburrido y pesado.

Una vez que hayas creado unas expectativas en tus oyentes, basándote en lo escuchado anteriormente, estos elementos trabajarán sutilmente dando frescura y aportando novedad al conjunto del tema.
Los espacios se rellenan o intercalan, aportando nuevas capas sonoras que van completando la estructura del tema. No son realmente apreciables, pero el efecto acentúa la energía y sensación de progresión en el tema de una forma casi subliminal.

Esta técnica no es realmente nueva: productores musicales de Motown ya conocían bien los beneficios de «dar brillo» en puntos clave de sus temas, normalmente con un gran número de pequeñas capas de percusión. Y es con ese gran número de pequeñas capas sonoras y de cómo las agrupes y emplees, que puedes generar un tensión musical que enganche a tu oyente. Arpegios, pequeñas percusiones, grabaciones del mundo real, colas de reverb sampleadas… Todo puede servirte para crear combinaciones de elementos que entren y salgan y vuelvan a recombinarse, aportando interés a lo largo de todo el tema.

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Echa un vistazo -y escucha- Dark Waves en el sitio web de ModeAudio -es un fabuloso conjunto de presets de estilo Deep House para el sintetizador Native Instruments Massive que proporciona una inspiración instantánea para comenzar a producir.

* ¡Descarga desde aquí los archivos MIDI de ejemplo!

Este contenido se publica mediante licencia expresa del autor. El texto original en inglés «Deep House: 5 Production Essentials» está disponible en el blog Magazine de Mode Audio.